jueves, 4 de diciembre de 2014

La moda del ocho

                   ** Como una forma de respeto al público, este post no tiene risas grabadas**


Dicen, algunos académicos de la moda, que la alta costura es el verdadero laboratorio de diseño que mueve la cultura. Seguramente son de los pocos que no vieron el Chavo del ocho por Televisa en las últimas 4 décadas. Si, puede sonar a una herejía, Balenciaga está bailando el mapalé en su tumba, pero a mi parecer el saco rojo, torcido y mal puesto de la Chilindrina es prácticamente la bandera de México.  

Se fue el Shakespeare auto medicado con chiquitolina, murió Chespirito y mi Facebook se llenó de frases y fotos a blanco y negro de un viejo abrazando a un niño de peluche, de un niño abrazándose a sí mismo. Mejor no insinuemos que estaba viejo porque quien sabe qué conexiones tiene allá arriba, y ya lo dice el viejo y conocido refrán, mas vale prevenir que cien volando. Después de la noticia, también vi como muchos de mis amigos, revivían sus recuerdos de Halloween donde más de uno se disfrazó del Chapulin Colorado, del Chavo o de la Chimoltrufia - ese último era sospechosamente real. Entonces, me acordé que en una de las sesiones de styling que realicé este año, intentando explicarle a alguien el objetivo primordial de mi trabajo, le dije que una persona logra tener un estilo de vestir icónico cuando es posible para los demás, disfrazarse de ella.   

Alguien, que puede o no ser Roberto Gomez, le dió a todos los personajes de Chespirito un estilo de vestir tan ingenioso, simple y gracioso, como los mismísimos diálogos. Lo único que logré averiguar, es que fue la primera esposa de Chespirito, Graciela, quien cosió por primera vez un corazón amarillo con una CH, en una trusa roja que seguramente era la verdadera razón por la que se aprovechaban de él, y no su nobleza. A punta de ideas sencillas y máquina de coser, la ropa de los personajes de Chespirito hace de ellos, íconos eternos que parecen salidos de un laboratorio de diseño. Como un homenaje a esos personajes que no son más sino el reflejo optimista, distraído y más pecoso de todos nosotros, les traigo una selección de prendas para recordarlos. La ropa rima con los básicos del closet además, con copa, Europa, estopa y cualquier palabra terminada en opa . 


Doctor Chapatín


Doña Florinda



                                                                      El chómpiras





La bruja del 71



                                                                    
                                                                   La chimoltrufia




                                                                            
                                                                             Quico



Con la muerte de Chespirito, se siente como si detrás de él se hubieran ido todas sus ideas, y las personas que tuvieron vida gracias a sus ideas. Y como no podemos dejar de homenajear a los muertos como si hubieran sido santos, como no podemos dejar de prometerles que nunca los vamos a olvidar, vamos a vestirnos de ellos, que no será la forma más poética de hacerlos inmortales pero si la más científicamente probable.

Mi única excepción en este homenaje es la bolsa de papel del Doctor Chapatín, en ese caso prefiero recordarlo con un Louis Vuitton colgándome del brazo. Yo si tengo un Louis Vuitton, no más que lo tengo dentro de la tienda. Ya saben, por seguridad.

Son muchas las nociones de moda que podemos tener a partir de la brillante sencillez de los programas de Chespirito, como que hay gente que nace para tener estilo y gente que nace para mediados de Febrero. También podríamos decir que todo estará bien mientras nuestras antenitas de vinil detecten la presencia de los zapatos de caucho. Además podemos soñar en temporada de compras con lo mucho que nos serviría la chicharra paralizadora cuando el centro comercial se ponga intransitable.

A quienes me quieran agradecer por el post les digo desde ya que no hay de queso no más de papa.